Se dice que, cuando un cantante o un grupo están renegociando su contrato con la compañía discográfica con la que han venido sacando sus discos desde hace algún tiempo, o bien cuando buscan finiquitar su relación con la misma pues ya tienen un nuevo contrato con otra compañía discográfica en puerta, o cuando sucede esto último, pero es la disquera que los tiene fichados la que quiere que se vayan y solo les falta entregar un disco; entonces se edita un grandes éxitos.
Insisto: se dice que…
Por supuesto que entiendo que también pueden editarse esos grandes éxitos pues el cantante o la agrupación han decidido dar un paso adelante en su carrera y necesitan cerrar una etapa.
Ahora bien, la presente moda de secuelas tardías o como quieran llamarlas (en los últimos dos Screams las han llamado: legacy sequel), solo han venido a patentar que eso de que hacer un grandes éxitos cinematográfico no funciona muy bien comercialmente hablando.
Y para muestra están los fracasos económicos (aunque curiosamente no tanto de crítica) de títulos como: Blade Runner 2049 e Indiana Jones and the Dial of Destiny (2023, Estados Unidos).
Y que conste, Blade Runner 2049 es una maravilla que con los años ha ido ganando su merecido reconocimiento.
Y, saben, creo que eso mismo pasará con la última aventura de Indiana Jones. Pero no con los años. Eso sucederá cuando llegue a Disney+.
Ahora, va una pregunta ¿En verdad alguien pensó que rescatar a este personaje mediante una superproducción ejecutada como las películas de mediados de los ochenta y noventa podría calar en las generaciones modernas?
¿En verdad alguien pensó que Indiana seguía siendo requerido luego del descalabro mayúsculo que significó su anterior entrega?
La quinta película del arqueólogo de fedora y látigo estuvo durante muchos años en eso que llaman development hell. Dejemos a un lado el listado de detalles que se fueron filtrando a la prensa durante años.
Fue la llegada de James Mangold, un hombre que ya ha demostrado que tiene buen pulso tanto para montar escenas de acción como para mostrarnos cómo es que los personajes respiran cuando así lo necesitan, en la dirección y el guion, lo que destrabó su producción.
Sin embargo, siento que tanto él como los guionistas David Koepp, Jez Butterworth y John-Henry Butterworth, dieron por hecho que Indiana Jones (interpretado de nueva cuenta por Harrison Ford), era no solo conocido por las nuevas generaciones.
También era esperado.
Y me temo que nunca vieron lo equivocado que estaban.
Indiana Jones fue popular, sí, pero me temo que solo durante una etapa: la que abarca la trilogía original que dirigió Spielberg.
Luego, ni la serie de televisión sobre su juventud ni esa primera secuela tardía que también firmó Spielberg auguraron un buen horizonte para esta quinta entrega.
Pero vuelvo sobre lo mismo: lo que impacta más es que este Indiana Jones and the Dial of Destiny, que es en sí mismo un grandes éxitos bien producido más no tan bien seleccionado, resulta una experiencia gratificante en cuanto a que es una película palomera. Porque igual emociona que divierte.
Sin embargo, otra vez vamos a su pobre desempeño en taquilla ¿No será que no es un grandes éxitos lo que llama la atención, sino una producción de puros covers?
Lo digo pues eso ocurrió el año pasado con Top Gun: Maverick. También con la primera de la última trilogía de Star Wars. Ambas cintas que recabaron millones en taquillas simplemente repitieron la formula y momentos. No arriesgaron nada, solo cambiaron a algunos actores y escenarios. Y sus concernientes directores hasta repitieron algunas secuencias, se valieron de la música original… En fin… Un cover.
Y se ganaron la taquilla.
Mientras que con Indiana Jones se hace referencia, tanto por diálogo o por acción/imagen a las cintas originales, pero intentando siempre contar una nueva historia (que en sí misma repite la formula del cine de aventureros caza tesoros de siempre), y la gente le da la espalda.
Vaya cosa.
En fin, que esperar lógica en el mundo de hoy es pecar de ingenuo. Yo agradezco esta nueva entrega, porque me divertí, y espero que su segundo aire en las plataformas digitales no provoque que se les antoje seguir contando historias de alguno de estos personajes en una serie u otra película. O incluso que se les antoje hacer un reboot.
Dejen que Indiana Jones y su mundo sea como uno de esos tesoros que busca: algo único, del pasado, con una historia y que le interese al que le deba interesar.
Atentamente, el Duende Callejero…








