Un negocio peligroso

Debut en largometraje del guionista y director británico Thomas Hardiman, Medusa Deluxe (2022, Reino Unido) resulta tanto un festín en cuanto a lo visual, como una experiencia parcialmente satisfactoria en cuanto a su relato.

Tomando como diorama el mundo de estilismo semi profesional, en concreto en una competencia que se realiza en un teatro, con un grupo de participantes compuesto por estilistas, modelos y ayudantes, Hardiman intenta armar, digamos, una cinta que toma la fórmula del whodunit.

A un estilista turco, Mosca, lo han asesinado. Esto ocurre fuera de cámara y también fuera de la cinta, porque en su primera escena tenemos a Cleve (Clare Perkins) renegando porque la policía ha cerrado el lugar, porque anunció que no dejará salir a nadie, porque deben esperar a que los entrevisten y porque seguramente querrán endilgarle el muerto a alguien inocente para salir del paso.

Cleve, que en ese momento está peinando a una modelo, Angie (Lilit Lesser), reniega de eso y de muchas cosas más. Dice que Mosca ni estaba ni en competencia, que el peinado que ella está haciendo en ese momento, un Georgian Fontange, es uno con historia, y que ya está harta que los muertos la sigan.

Porque, dice Cleve, vaya a donde vaya siempre hay un muerto.

También recuerda algo que le dijo su padre en una ocasión: El mal triunfará.

Sí, esa es solo la primera escena. Y se nos cuenta mediante ese truco que ya se ha vuelto demasiado familiar como para seguir sorprendiéndonos: el plano secuencia.

Es ese recurso, el plano secuencia, lo que acaba trasnochando la experiencia de Medusa Deluxe. Todo porque se nota que la principal preocupación de Hardiman no está ni en sus personajes ni en profundizar en eso que alega Cleve en esos primeros minutos: Este es un negocio peligroso.

Cierto, para lograr la ilusión de una sola toma, Hardiman contó con Robbie Ryan, el encargado de la cinematografía de citas como The Favourite. Sin embargo, conforme avanzan las escenas y vamos no solo conociendo a otros personajes, también los varios enredos de la trama, una pregunta comienza a empañar el cristal tras el que vemos a todo ese zoológico humano que han puesto frente a nosotros

¿Para qué?

Sí, esa pregunta, y otras, se responden en el final de la cinta en una escena que sí saca provecho del plano secuencia y que nos hará preguntar ¿Pero cómo hicieron eso?

Pero para llegar a ese momento debemos recetarnos, y solo por el tener a un teatro como escenario y a un grupo de artistas como personajes, una suerte de revisión-saqueo del Birdman de González Iñárritu. Esto quiere decir que acompañaremos a personajes subiendo y bajando escaleras, caminando entre pasillos, saliendo del lugar y regresando a él. Solo que allá, en Birdman, ese deambular se justificaba mediante ese monólogo interno que nos hacía entrar en la mente de ese genio incomprendido interpretado por Michael Keaton.

Aquí, bueno, parece que solo se utiliza para ganar tiempo. Igual que algunos monólogos que algunos personajes lanzan a una cámara que los captura o acicalándose frente a un espejo o fumando a escondidas en algún punto ciego del teatro.

Y como este es un whodunit, y eso significa que nosotros, los espectadores, debemos adivinar quién lo hizo, gran parte del metraje se nos va en acompañar a personajes a repasar qué ha sucedido. Conocerlos, saber sus historias y en parte también sus histerias. Todo para comenzar a especular sobre quién podrá ser el asesino de Mosca, quién le cortó el cuero cabelludo, y de paso la razón tras ese crimen.

El asunto con Medusa Deluxe, insisto, es que ni los personajes son tan interesantes, tampoco sus histerias, y esa idea del plano secuencia en lugar de crear tensión, solo logra que todo se sienta como si nos hubiéramos atascado en la arena. Y sin embargo, a pesar de todo lo que escrito, Medusa Deluxe resulta la mejor opción para ver este fin de semana.

Así está la cartelera comercial de este fin de verano, caray.

Atentamente, el Duende Callejero

Agustín Galván

Estás en el blog: filias y fobias de @duendecallejero. Inicié escribiendo sobre mis gustos y disgustos en materia de cine y literatura en algún momento del 2003. Solo que entonces fue en otro lugar, en otro espacio (ahora fallecido). La versión que ahora vistas es nueva (aunque ya tiene sus años). Gracias por la visita y si te apetece, deja tu comentario.