Nacido en Pensilvania en el año de 1974, Todd Ritter trabajó como periodista para medios locales y también como diseñador gráfico. Sin embargo, cuenta que desde adolescente quería dedicarse a la escritura. Así que sus ratos libres y sus días de asueto los dedicó a escribir unos thrillers policiacos que tenían como protagonista a Kat Campbell, la jefa de policía del poblado de Perry Hollow, Pensilvania.
Fue hasta el año de 2010 que Ritter consiguió que una editorial le publicara el primer libro de su trilogía: Death Notice. Y de paso hizo un acuerdo para los otros dos: Bad Moon y Devil’s Night.
Y, bueno, los títulos fueron publicados y el resultado fue que las ventas de la trilogía no justificaron que la editorial le renovara el contrato. Así que, para finales del 2013 su carrera como escritor parecía haber terminado de no ser porque un editor al que sí le gustaron los libros le consiguió un acuerdo con otra editorial para que publicara una cuarta novela, pero con una condición: que usara un seudónimo.
Que lo mejor era que comenzara de cero, que tomara aquello como una segunda oportunidad. Eso le dijo el editor.
Así es como nace Alan Finn. Y su primera novela fue el thriller histórico: Things Half in Shadow.
Y, bueno, otra vez el número de ejemplares vendidos no justificó que le renovaran el contrato. Por ello, Ritter, que no había dejado su trabajo como diseñador, decidió seguir escribiendo pero sin pensar en cuándo o dónde se iban a publicar esas novelas que iba terminando.
Y por años trabajó con calma, sin presión, fijándose bien qué estaba pasando en el mercado editorial. Observó que los thrillers policiacos e históricos seguían vendiéndose, sí, pero los títulos que lideraban las listas eran aquellos cuyos autores eran ya conocidos, por ello contaban con un público fiel y también con al menos un par de adaptaciones tanto en películas o series.
Otra cosa que observó fue que el género de terror y horror tenía un público bastante sólido, que parecía estar creciendo cada mes.
Así fue que Ritter consiguió que otro editor leyera uno de sus nuevos manuscritos, uno que dijo que se inspiró en Halloween de John Carpenter. En concreto, en una pregunta que surgió al finalizar la película ¿Cómo será la vida de Laurie Strode tras los eventos ocurridos en esa fatídica noche en Haddonfield?
A ese editor le gustó tanto lo que leyó que pronto le consiguió a Ritter un jugoso contrato, además de un acuerdo para una adaptación cinematográfica por parte de Universal Pictures. Pero, de nuevo, había una condición: necesitaba un nuevo seudónimo.
La razón fue la misma: empezar de cero.
Ritter se debatió entre qué nombre iba a usar ahora. Fue ahí donde parece que salió su vena publicitaria, porque escogió el de Riley Sager, nombre que bien podría ser de un hombre o de una mujer. Y acordó con su nueva editorial, Dutton, que no se incluyera foto del autor, que su biografía no debía revelar nada personal y que no iba a hacer presentaciones. Solo entrevistas, y por escrito.
En el 2017 se publicó la primera novela de Sager, Final Girls (Las Supervivientes en español, publicada por Alfaguara en el 2018).
Fue un éxito internacional.
Pero ese éxito vino acompañado del siguiente detalle: a partir de ese momento, las novelas tendrían a Riley Sager como su autor, no a Todd Ritter.
La decisión de jugar con la ambigüedad del nombre y sexo del autor fue criticada, pero tras ese debut, Ritter decidió levantar su máscara y presentarse en ferias literarias, hacer presentaciones en librerías, ser entrevistado aquí y allá. Y en todos lados contó la razón tras su nombre y su historia de fracasos (o será mejor llamarlos: tropezones).
Para el 2023, Sager ha publicado siete novelas. Todas éxitos de ventas, traducidas en varios idiomas y con opción para convertirse en películas o series (por ejemplo segunda, The Last Time I Lie, inspirada por la película Picnic at Hanging Rock de Peter Weir, está en proceso de convertirse en una serie por parte de Amazon). Personalmente, este es uno de los autores cuyas novelas estoy disfrutando desde el año pasado, que fue cuando lo descubrí.
Así que ¿en verdad la tercera fue la vencida para Ritter?
Atentamente, el Duende Callejero…








