En el 2008 se estrenó Iron Man, dirigida por Jon Favreau. Con ella inició el Universo Cinematográfico de Marvel (O MCU, por sus siglas en inglés).

Han pasado 15 años, y se han estrenado más de dos docenas de películas además de un puñado de series y algunas cosas más, como los especiales navideños y de Halloween. Y todo eso ha ido no solo ensanchando al tal universo.

También lo han ido desgastando y hasta venciendo.

Y aún así, la máquina no puede parar. Aunque últimamente parece que con cada estreno, lo que verdaderamente estamos atestiguando es un aparatoso accidente que ocurre frente a nosotros y en cámara lenta.

Más por la idea de armar todas esas películas, series y especiales en forma de bloques (o, bueno: en fases).

Valga todo lo anterior para decir que, caray, esa racha de desgaste, vencimiento y hasta crisis acabó alcanzando a los únicos dos títulos que se sentían algo ajenos del maremágnum cenital: Ant-Man y Guardians of the Galaxy.

En el caso de los últimos, los Guardians, a diferencia del de Ant-Man, el tal volumen tercero del equipo encabezado por Peter Quill (Chris Pratt) logra sostenerse pues se siente mas como el adiós a este equipo de misfits que logró no solo trabajar en conjunto salvando todas sus diferencias.

También se convirtió en una familia.

Y, finalmente, en héroes.

Dirigida y escrita de nueva cuenta por uno de los ahora mandamases del estudio rival, DC, James Gunn, en esta ocasión el equipo deberá volver a limar asperezas, volver a hacer algunos chistes tanto visuales como verbales, volver a salir vivos, aunque no sin heridas de algunas peleas, explosiones y trampas.

Y volver, volver… Volver…

En fin, el equipo deberá justificar sus más de dos horas veinte de duración ofreciendo un circo de tres pistas de por medio: por un lado, el hecho de que la Gamora (Zoe Saldaña) que proviene de otro universo está aprendiendo quién fue ella en este universo.

Por otro, el enfrentamiento con Adam Warlock (Will Poulter), un superhombre creado por Ayesha (Elizabeth Debicki) como venganza en contra de los Guardians por haber traicionado su confianza.

Espero que recuerden ese detalle que ocurrió en algún momento del blando segundo volumen.

Finalmente, está la que sería la historia principal: la carrera contra el tiempo por parte del equipo para salvar la vida de Rocket (voz de Bradley Cooper), que tras ser herido en el enfrentamiento contra Warlock, queda herido de muerte y solo puede salvarse con la intervención de su creador, el The High Evolutionary (Chukwudi Iwuji).

Curiosamente, este año inició con una película que manejó de mejor forma los dilemas mortales de su personaje principal: Puss in Boots: The Last Wish. Allá, al gato con voz de Antonio Banderas le sucede algo similar que lo que le sucede acá a Rocket. Por ello, debe regresar al lugar donde inició todo mientras hace una reflexión sobre lo que ha hecho, lo que ha logrado, lo que siente que le falta por vivir. Sin embargo, lo que se plantea en Puss in Boots no queda enterrado, digamos, entre tanta molienda por plantear tantas cosas como sucede acá.

Su preocupación es sencilla: divertir y decir que hay que aprovechar el tiempo, pues como dicen: es el mejor maestro, pero su problema es que acaba matando hasta al mejor de sus alumnos.

Aquí, en el volumen tercero, se nota que la intención de Gunn está en dejar bien claro que este es el final para este equipo. Y por ello, todo el gravitas que él mismo plantea, acaba sintiéndose emplastado.

Más en su parte final, esa donde vuelve a saquear a Star Wars, como en los otros dos volúmenes, con sus acciones paralelas y sus duelos de padre/hijo o, bueno: criatura/creador.

Aún así, este irregular cierre del tríptico de los Guardians resulta lo más entretenido de toda esta última fase del MCU.

Y no tanto por Gunn (a ver cómo les va a los de DC encomendándole toda su apuesta cinematográfica a este señor), sino por el hecho de que tal parece que todos estos actores comprendieron que esta era la última noche juntos, así que dieron un concierto más que digno cantando todos los éxitos con apenas unos cuantos gallos.

Hasta siempre, Guardians of the Galaxy ¿Regresarán? Claro. Pero a saber quiénes serán los que estarán en ese equipo.

Atentamente, el Duende Callejero…