Un Crimen Americano

Fue en abril del 2017, cuando al periodista norteamericano David Grann le publicaron su segunda novela de no ficción, Killers of the Flower Moon.

El libro es en un trabajo que comenzó a documentar en el año 2014, luego de que los derechos para la adaptación cinematográfica de su primer título, The Lost City of Z, fueran adquiridos por Paramount Pictures.

Durante la gira de promoción en ese 2017, Grann dijo que una de las razones por las que se interesó en narrar lo sucedido a la tribu Osage fue por su propio desconocimiento de los hechos.

Grann confesó que no había escuchado ni de los asesinatos ni de la importancia que éstos tuvieron para la consolidación del Buró Federal de Investigaciones, el FBI.

Fue un historiador el que, tras conocerlo luego de la publicación del libro sobre Percy Fawcett, le preguntó en qué estaba trabajando y le recomendó asomarse a lo sucedido a inicios de la década de los 20 en una reservación india de Oklahoma, la Nación Osage.

Y eso fue lo que Grann hizo.

Durante los siguientes cinco años, Grann pidió información de los propios archivos del FBI y del gobierno federal. Luego viajó a la Nación Osage en varias ocasiones.

Entrevistó a decenas de personas. Escuchó diferentes versiones de lo sucedido. Luego, se encerró a escribir una novela de no ficción que quizá no estará dentro de la santa trinidad (Operación Masacre de Rodolfo Walsh, In Cold Blood de Truman Capote y The Executioner’s Song de Norman Mailer), pero vaya que mantiene viva la llama en pos de eso de: narrar la realidad como si se tratase de una ficción.

Killers of the Flower Moon cuenta, a lo largo de tres crónicas: La Mujer Marcada, El Hombre Racional y El Periodista, lo sucedido a inicios de la década de los años 20 con la tribu Osage de Oklahoma.

Cercados por el hombre blanco, que los obliga a vivir en una extensión de tierra que otrora era solo de ellos, pero que ahora los recién llegados se las regalan para que puedan seguir con sus ritos, tradiciones y vida en paz, lejos de las elegantes cenas, misas y negocios de esos recién llegados de buen corazón.

Pero esos indios descubren que debajo de esas tierras que les legaron hay petróleo.

Mucho petróleo.

Así que ahora esos orgullosos, moralistas, cristianos, civilizados y buenos hombres blancos ven, tanto con cierta fascinación como harta envidia y odio, cómo son los indios los que están por convirtiéndose en millonarios.

Obviamente, la comunidad blanca entablan demandas para quitarles el derecho de explotación, pero las pierden todas. La comunidad Osage acuerda que las ganancias serán repartidas equitativamente y solo podrán heredarse a familiares, sean consanguíneos o políticos.

Entonces, comienzan dos cosas. Primero, bodas entre hombres blancos e indígenas, y segundo, muertes o por accidente o naturales de varios miembros de la tribu.

Así que el sheriff de la comunidad, James Monroe Pyle, solicita la intervención Federal. Y hasta allá va el agente Tom White, que tras investigar qué es lo que está ocurriendo en ese lugar, tanto en materia de corrupción como con las muertes, decide infiltrar a agentes y armar un expediente para detener a connotados personajes del lugar, incluyendo un influyente empresario con ambiciones políticas llamado William Hale.

Era obvio que este libro demandaría una adaptación, misma que se acaba de estrenar y de la cual espero escribir dentro de poco. Aquí solo queda el recomendar una novela de no ficción que reafirma esa idea plantada por el escritor mexicano Enrique Serna:

La historia dice “así fue”; la novela propone “así pudo ser”.

¿La razón? De nuevo, vamos con Serna:

El historiador aspira a la verdad objetiva, aunque nunca pueda alcanzarla… el novelista no aporta pruebas de las verdades que intuye (sólo percibe su reflejo en otra conciencia), pero la ficción le da mejores armas para entretejer el destino individual con el colectivo.

Atentamente, el Duende Callejero

Agustín Galván

Estás en el blog: filias y fobias de @duendecallejero. Inicié escribiendo sobre mis gustos y disgustos en materia de cine y literatura en algún momento del 2003. Solo que entonces fue en otro lugar, en otro espacio (ahora fallecido). La versión que ahora vistas es nueva (aunque ya tiene sus años). Gracias por la visita y si te apetece, deja tu comentario.