Hace diez años se estrenó en cines la tercera película protagonizada por los Cuatro Fantásticos.
Dicha cinta fue dirigida por Josh Trank, pero con un guion escrito, según los créditos, por Trank, Simon Kinberg y Jeremy Slater.
En el papel de los fantásticos estuvieron Miles Teller como Reed Richards, Kate Mara como Sue Storm, Jamie Bell como Ben Grimm y Michael B. Jordan como Johnny Storm.
Producida bajo la tutela de 20th Century Fox, que entonces tenía los derechos cinematográficos de los personajes, esta versión venía a actualizar a los personajes siguiendo la línea marcada por Warner, tanto con la trilogía de Batman de Christopher Nolan como lo que estaba cocinando Zack Snyder con los personajes principales de DC (Snyder había estrenado su Man of Steel en el 2013 y cuando se estrenó esta cinta de los fantásticos, estaba terminando Batman v Superman: Dawn of Justice, que se estrenó un año después). Línea que se definía así: dark and gritty.
Algún día sabremos bien qué pasó detrás de cámaras, seguro que en un documental, pero de momento solo nos quedamos con la versión que ha contado Trank. En resumen, dice que a los productores no les gustó su idea por hacer una lúgubre cinta de ciencia ficción con elementos de body-horror, así que la reescribieron, regrabaron varias escenas sin que él interviniera, reeditaron lo que él filmó y luego la dejaron morir en la taquilla.
Por esos años el Universo Cinematográfico de Marvel, o MCU, que está bajo la tutela de Disney, era el enemigo a vencer para el resto de los estudios, incluyendo 20th Century Fox. Aunque, recordemos, ellos, Disney, no pusieron de moda al cine de superhéroes. Resulta irónico, pero fueron tanto New Line Cinema con sus películas de Blade, la primera estrenada en 1998, y luego 20th Century Fox con las de X-Men, primera del 2000, los que demostraron que los superhéroes podían conquistar la taquilla. Luego vendrían las de Spider-Man dirigidas por Sam Raimi a reforzar esa idea.
Todos esos títulos y algunos más sentaron la base para que Disney comenzara a armar el tal MCU. Pero antes de que eso sucediera, de nuevo 20th Century Fox probó suerte (y logró buenos números en taquilla) con una primera versión cinematográfica formal (porque la que produjo Roger Corman nunca se estrenó comercialmente) de los Cuatro Fantásticos.
Me refiero a la que se estrenó en el 2005, dirigida por Tim Story y escrita por Mark Frost y Michael France. En esa versión, Reed Richards fue interpretado por Ioan Gruffudd, Sue Storm por Jessica Alba, Ben Grimm por Michael Chiklis, Johnny Storm por Chris Evans y el recientemente finado Julian McMahon fue Victor von Doom.
Tanto esa primera versión como su secuela, del 2007, que sumó a Silver Surfer (interpretado por Doug Jones pero con voz de Laurence Fishburne), tenían más en común con el MCU de Disney que con los X-Men. Así que no fue raro que 20th Century Fox quisiera hacer un borrón y cuenta nueva con la versión de Trank alejándose de ese tono.
En fin.
Ahora estamos en el 2025 y resulta que Disney es dueña de 20th Century Fox, así que los derechos tanto de los Cuatro Fantásticos como de los X-Men forman parte del MCU. Obviamente Kevin Feige, hasta ahora presidente de producción de Marvel Studios, produciría una cinta de la primera familia de Marvel creada por Stan Lee y Jack Kirby que presentaron en noviembre de 1961.
Sí, se trata de otro borrón y cuenta nueva.
Así que diré que estamos por fin ante la versión oficial de estos personajes con Fantastic Four: First Steps (2025, Estados Unidos), dirigida por Matt Shakman y escrita, según los créditos, por Josh Friedman, Eric Pearson, Jeff Kaplan e Ian Springer.
De entrada se nota que el interés por parte de Marvel por mimar a los personajes. En lugar de repasar el origen del equipo, como ya lo hicieron Story y Trank con sus versiones, acá emplean un texto para informarnos que esta cinta no tiene nada que ver con ese pasado cinematográfico del MCU.
Porque ese texto nos dice que estamos en la Tierra 828.
Y esa tierra es una ucronía retro-futurista: la estética es de mediados de los sesenta pero la tecnología es más avanzada que la que tenemos actualmente.
Fieles a lo planteado por Lee y Kirby en los cómics, esta cinta sigue siendo ciencia ficción, como pretendió ser la de Trank, pero abrazando más el tono de la serie animada de 20 episodios que se transmitió entre 1967 y 1968, y que aparece como referencia en la cinta. Así que lejos de estancarse con los problemas existenciales de Ben Grimm (Ebon Moss-Bachrach) por perder su forma humana, y que estuvo presente tanto en la versión de Story como la de Trank, acá lo vemos aceptando su condición y hasta sacándole provecho. Solo faltó que se llamara a sí mismo: el guapo Ben.
En esta Tierra 828 los Cuatro Fantásticos son tanto defensores del orden como el material de marketing más exitoso que existe. Grimm junto al altivo Johnny Storm (Joseph Quinn), el estoico (por no decir soso) Reed Richards (Pedro Pascal) y la aguerrida líder del equipo Sue Storm (Vanessa Kirby) se dedican a dar discursos promoviendo la paz y la concordia mundial y local, detienen a super criminales, dan clases de ciencia, mejoran el vecindario y un largo etcétera.
Todo va bien en sus vidas. Incluso el erradicar del crimen, pues como Sue y Reed están por convertirse en padres, eso de poner seguros en las clavijas de luz no es suficiente. Reed tuvo que limpiar a la ciudad de criminales para que su hijo, al que llamará Franklin, camine seguro por las calles a cualquier hora. Solo que una noche llega a la tierra el heraldo (Julia Garner) de una entidad devoramundos llamado Galactus (voz de Ralph Ineson).
El mensaje de ese plateado heraldo es: esta tierra ha sido condenada, así que a los habitantes les resta aceptar su destino y esperar su final.
Esta cinta no es más que el remake de 4: Rise of the Silver Surfer, solo que aquí Galactus no es una nube cósmica. Aunque igual tiene el mismo problema que aquella cinta del 2007: ni los guionistas ni el director saben qué hacer con él. Así que el verdadero antagonista es la surfista plateada y cósmica de Garner.
Por fortuna lo que está en el centro de esta historia es la interacción de los cuatro súper humanos del título. Así que lejos de peleas y explosiones y demás cosas, tenemos a cuatro personajes debatiendo y discutiendo sobre cómo salvar al mundo usando más la cabeza que músculos y poderes durante gran parte de la cinta.
¿Gustará eso?
Al parecer no.
Hasta ahora, los números en taquilla distan mucho de ser los esperados por Marvel/Disney. Aún con esa insistencia por demostrar que en tiempos de crisis como los que vive esa Tierra 828, lo mejor es enterrar las hachas y trabajar en conjunto. Porque el verdadero superpoder es el perdón y la concordia.
Por eso salta la pregunta ¿Cómo sería la taquilla de esta película si Feige y compañía hubieran detenido la producción de cintas y series tras la última de Avengers, y tras varios años en silencio regresaran con este título?
Eso sería un verdadero borrón y cuenta nueva.
Y como las películas con superhéroes van de multiversos, mundos paralelos y hasta viajes en el tiempo, vaya que me gustaría asomarme a la tierra o mundo en el que ocurrió eso.
Pero, bueno, sabemos y gracias al final de Thunderbolts* que los fantásticos de esta cinta brincarán al MCU justo en sus horas más bajas.
Ni modo (y al modo).
Atentamente, el Duende Callejero…








