
A ver, va una pregunta para la trivia, como dicen.
Se trata una película. Es sobre un grupo de jóvenes que va a una cabaña en medio del bosque.
Una cabaña que es propiedad de un científico que quién sabe qué trabajo está haciendo, pero necesita soledad, silencio, árboles y hartos bichos.
¿Captan el asunto? Bien, prosigamos…
Los jóvenes van a dos cosas que, acá entre nos, no tienen mucha lógica (advertencia temprana para aquellos que hacen del quejarse de las reacciones lógicas de los personajes un modus vivendi, o sea esos que hacen think pieces usualmente asustándose de cómo se pensaba y vivía en el pasado o los de videos explicando cosas, aléjense de esta película, por favor). Quieren pasar un fin de semana de fiesta y ayudar al viejo con su trabajo. Uno que ninguno sabe de qué se trata, pero que dicen que harán sin chistar.
¿Y dónde está el problema con eso?
Sencillo ¿Y cómo harían los jóvenes esas dos cosas si a leguas se les nota sus ganas de party-time?
No preguntemos, mejor sigamos.
Y hasta allá van, sorteando un camino que a cada milla les anuncia que se están metiendo en un lío del que quizá no salgan bien librados. Llegan a la cabaña y, claro, el viejo no aparece por ningún lado.
En ella solo quedan los vestigios de que algo pasó ahí.
Algo malo.
Algo que está relacionado con su trabajo, la lectura de un antiquísimo libro de conjuros recién descubierto.
Esos jóvenes se darán cuenta que ese algo está rondando afuera de la cabaña, literalmente.
En el bosque encuentran huellas.
Y ese algo ahora viene por ellos.
Hasta ahí, a ver ¿qué película es la que estoy describiendo?
Para todos aquellos que contestaron The Evil Dead, o los que fueron mas allá y lanzaron el otro título con el que se le conoce al debut de Sam Raimi, The Book of the Dead (1981, Estados Unidos), francamente lo siento.
Esa no es la película.
¿Que cuál es? Ah, sigan leyendo…
En 1967, un joven llamado Dennis Muren comenzó a rondar por las calles y negocios de su natal Glendale California con una idea para una pequeña película de corte fantástico.
Platicando con conocidos, familiares, amigos de la familia y dueños de negocios, el joven planteó juntar la modesta cifra de $6,500.00 dólares.
El gancho para lograr la cifra era una escena que realizó con stop-motion. Un ser alado y de brillante color rojo aterrizaba frente a un hombre en el claro de un bosque.

Aunque estudió administración de empresas, Muren era un apasionado del cine.
Solo que su pasión no era el sentarse tras la silla del director o actuar, menos el escribir historias. Su interés estaba en crear efectos especiales.
Una labor a la que se dedicó profesionalmente, por cierto. En su currículo está Star Wars (1977, George Lucas), Indiana Jones and The Temple of Doom (1984, Steven Spielberg), Terminator 2: Judgment Day (1991, James Cameron) y muchas más.
Bastará decir que él, junto a Steve Williams y Mark Dippe son los pioneros del CGI gracias a su trabajo en Young Sherlock Holmes (1985, Barry Levinson), y que perfeccionaron esa técnica tanto en Terminator 2 como en Jurassic Park (1993, Steven Spielberg). Ha ganado ocho Oscares y le otorgaron uno por aportación técnica.
Volvamos a mediados de los sesenta.
El dinero que Muren pidió le fue entregado sin chistar por los convocados. Todo en pequeñas cantidades, que sumándolas dieron más que el monto que había planteado.
La verdadera idea del joven era realizar un largometraje que le permitiera perfeccionar su técnica de animación cuadro por cuadro, así que lo que contó en sus presentaciones solo se trató de la premisa inicial.
Una que se inspiraba en sus lecturas de las obras de William Hope Hodgson y de H.P Lovecraft.
Sin mediar en posibles demandas (para clavados, en la película encontraran referencias a The Lurking Fear, The Horror At Red Hook, The Shadow Out Of Time y The Haunter of the Dark, junto a elementos de la gran novela The House on the Borderland), Muren logra realizar una película de unos 40 y tantos minutos en 16mm.
Su título, Equinox… A Journey Into The Sobrenatural, que estrena localmente y es la delicia de sus amistades y amigos y vecinos y, bueno, de todo aquel que le tocara verla y aportara dinero para su realización.
Animado por los entusiastas comentarios de los espectadores, Muren muestra su película a Tonylyn Productions, productora local propiedad de Jack H. Harris, responsable del éxito The Blob de 1958. Compran el metraje y de paso contratan a Jack Woods para expandirlo.
Para eso ya casi es 1970, así que el físico de los jóvenes actores, Edward Connell, Barbara Hewitt, Frank Bonner y Robin Christopher, ha cambiado.
Para alargar la trama y lidiar con el cambio, Woods ideó una subtrama en la que él interpretó el papel de ese algo que anda rondando de aquí para allá.
Ese alargamiento sí cambió radicalmente lo ideado por Muren, dotándolo de más acción y diálogos. El resultado es una versión diferente, que doblaba al metraje original y al que le dieron un título más directo, Equinox.
Esa es la versión que se conoció en los cines. La que poco público alcanzó a ver y que quedó enlatada por años. Cosa curiosa, la vendría a rescatar la polémica sobre sí Raimi pirateó su premisa para crear sus Evil Deads.
Él siempre ha dicho que ni la conocía, pero bueno, así dicen siempre ¿no?
Acabemos con este asunto de una vez ¡Ni Muren ni Woods, menos Raimi son originales! En todo caso, sería mejor leer a Lovecraft y a Hodgson. Sin embargo, aquí estamos para recordar que hace años The Criterion Collection sacó un doble disco cargado de extras con ambas versiones para que las comparemos si queremos.
Personalmente me quedo con la de Woods, aunque sé que debatir las razones llegará a ser demasiado aburrido para muchos.
Solo diré que las actuaciones no son profesionales y como sucede cuando se discute sobre películas afines, saldrá por ahí un listillo que se pondrá a señalar los varios errores técnicos.
Digo, como si eso importara los llamados errores técnicos.
Mejor acabo el escrito.
Disfruto mucho las dos versiones de Equinox. Siempre preferiré películas como estas, realizadas con un amor que sale por los poros del celuloide hasta nuestros ojos.
¿Eres de los que solo te importa eso cuando ves una película?
Adelante, busca Equinox, dudo mucho que te puedas arrepentir de revisarla.
No es eso lo que más te importa y eres de los que se hacen los listos buscándole el tal quinto pie al gato.
Entonces evítala. Ya están por estrenar Black Widow.
Atentamente, el Duende Callejero…
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