El Drama del Horror

Fotograma de Hereditary (2018, Estados Unidos) de Ari Aster
Fotograma de Hereditary (2018, Estados Unidos) de Ari Aster

Del joven guionista y director Ari Aster (1987, Nueva York) podemos encontrar dos cortometrajes en línea: The Strange Thing About the Johnsons del 2011 y Munchausen del 2013.

Ambos están en la plataforma de video en streaming Vimeo.

En esos dos cortos, el epicentro dramático es la familia.

En el primero, un padre que quiere a toda costa que un secreto que mantiene con su hijo siga siendo eso, un secreto. En el segundo, en cómo una madre intenta a toda costa retrasar la partida de su hijo próximo a partir para el college.

Aster lo ha dicho en innumerables entrevistas: lo suyo son los dramas familiares. El asunto es que en estos tiempos, difícilmente un estudio arroparía a un joven director y guionista con la idea de que su primer largometraje sea un drama familiar basado en la culpa que se puede sentir al perder a un miembro de la familia. Y no estoy diciendo que esa película no pudiera hacerse, sino que sería difícil verla en la cartelera internacional. Seguro y la veríamos en formatos digitales tras un modesto paso por festivales especializados y tras un corto periodo en salas independientes norteamericanas.

Por ello, salta la pregunta ¿Por qué no convertir esa idea en una película de horror?

A fin de cuentas, las películas de horror difícilmente no encuentran financiamiento o distribución.

Eso, en resumen, fue lo que le confesó Aster a Mick Garris, también director y guionista, en el podcast Post Mortem a propósito del inminente estreno de su primer largometraje: Hereditary (2018, Estados Unidos).

La mamá de Annie (Toni Collette), ha muerto. Estaba enferma de cáncer. Y aunque lógicamente la noticia envuelve a Annie con tristeza, lo cierto es que en su interior se libra un conflicto emocional que la hace buscar ayuda profesional.

La relación entre Annie y su madre nunca fue buena.

Annie está casada con Steve (Gabriel Byrne), y tienen dos hijos, el rebelde Steve (Alex Wolff) y Charlie (Milly Shapiro).

Desde la muerte de la abuela, la relación familiar se ha venido deteriorando a la par que suceden cosas extrañas en la casa. Y es ahí que un accidente complica aún más las cosas para todos los miembros de la familia. Entonces, en el grupo de ayuda al que asiste Annie tras los eventos del accidente, conoce a Joan (Ann Dowd), que tras escuchar lo que está pasando en el seno familiar le propone algo que, dice, le funcionó a ella: realizar una sesión espiritista para comunicarse con los muertos familiares y poner fin a todos los problemas.

El relato de horror fue el que vendió la película, pero es el drama familiar lo que la concibió.

Hereditary o El Legado del Diablo, que fue como se conoció por acá, es una buena muestra de horror hecho no con la intención de asustarnos con trucos simples: cosas que salen cuando menos se esperan, truculencia gratuita y demás.

Aquí hay un planteamiento y una preparación que quita el aliento. Ojo con ese impresionante trabajo tras la cámara de Pawel Pogorzelski y con las esquinas del encuadre en cada escena.

Porque recordemos lo que se dice por ahí: el diablo está en los detalles. Y en Hereditary eso se toma de forma literal.

Atentamente, el Duende Callejero